Se Termina el Sueño Europeo??? (al Menos sin el Pasaporte a la Alegría)

Así pareciera revelar la investigación llevada a cabo por el juez federal Norberto Oyarbide(ese señor que sobreseyó a Menen de todas las causas que tenía en su contra, entendiéndose por "sobreseer" ,como dejar absuelto a un sujeto de una acusación). El caso estalló a partir de una denuncia formulada por el Consulado de Italia, por la cual declaraba la existencia de documentación falsa en el trámite de la ciudadanía, para obtener el pasaporte comunitario. La denuncia se hizo pública y enseguida resonó en los medios, al transcurrir que ciertos traspasos de jugadores en estas últimas semanas estarían involucrados con en el asunto. Así es como entonces se ponen en duda la autenticidad de los pasaporte comunitarios de jugadores transferidos a Europa en las últimas semanas, como ser el caso de Carrizo a la Lazio, Denis al Napoli o Lautaro Acosta al Sevilla.

El procedimiento de obtener la ciudadanía se empezó a implementar en forma compulsiva a en esta década. Surgió como una herramienta para facilitar la llegada de jugadores de América del Sur al viejo continente, y que los mismos no ocupen "plaza de extranjeros" en los respectivos clubes europeos. El caso tiene sus orígenes en la famosa Ley Bosman sancionada en el año 1990 por la EUFA, por la cual explicita básicamente que cualquier jugador, con nacionalidad perteneciente a la Unión Europea, puede jugar libremente en cualquier club de cualquier país perteneciente a la Unión Europea, sin que se le otorgue la categoría de "extranjero". Así entonces, esta ley permite que un jugador, con ciudadanía y pasaporte europeo pueda jugar en cualquier club de la Unión Europea, como si fuese simplemente un nativo de cualquier país. A los fines formales, se considera a toda la comunidad europea a nivel de clubes (no de seleccionados), como si fuera un sólo país, no importa si este es Italia, Francia, España, etc.

Cual es el vínculo entonces con los jugadores argentinos??? A diferencia de nuestra legislación, la cual toma parámetros territoriales solamente, para establecer la ciudadanía de un sujeto(es decir, un individuo mayor de 18 años, para ser ciudadano argentino, sólo necesita ser nativo, o tener por lo menos 2 años de residencia ininterrumpida en el país), la ciudadanía de los países miembros de la Unión Europea se basa en "lazos de sangre". Esto quiere decir que la ciudadanía se transmite siendo mayor de 18 años y teniendo un vínculo directo de sangre(es decir, de parentesco), con un ciudadano de la Comunidad Europea. Teniendo en cuenta que la Argentina, es un país conformado en más del 90% por decencia de inmigrantes Europeos (en su mayoría Españoles e Italianos), es fácil trazar un árbol geniológico de cualquier jugador de fútbol y encontrar descendencia de algún inmigrante europeo. De esta manera se puede establecer un vínculo certero de sangre, y con los Correspondientes Documentos Legales, que ameriten una relación de parentesco, los jugadores pueden obtener la ciudadanía y pasaporte europeo. Ahora, el punto central y conflictivo de este procedimiento, es que la legislación europea fija un Límite Generacional Ascendente, a partir del cual un individuo puede considerarse como descendiente directo, para así obtener la ciudadanía, el mismo lo fija cada país. Para los casos de descendencia italiana o española, el límite se encuentra en la tercera generación, es decir a hasta el bisabuelo o bisabuela. Por lo cual se hace necesario que, como mínimo, se tenga un bisabuelo o bisabuela con ciudadanía europea, a partir de cual se pueda trazar la linea de descendencia directa, sin saltos generacionales(es decir: Bisabuelo, Abuelo, Padre e Hijo). La ciudadanía debe transmitirse en esa linea, hasta llegar al hijo, que en este caso, sería el jugador.

Si se tiene en cuenta que la inmigración masiva de ciudadanos europeos a la Argentina (italianos y españoles en su mayoría), tuvo lugar en la década de 1860 y los años posteriores hasta fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX en menor medida, resulta difícil en el año 2008 encontrar a por lo menos, un bisabuelo o bisabuela inmigrante. Es decir, considerando que en general desde esas fechas a hasta la actualidad han transcurrido entre 5 y 6 generaciones, se hace complicado encontrar a un familiar, con nacionalidad europea genuina, y que no supere la tercera generación ascendente, con el cual podamos establecer un lazo de sangre directo(exceptuando casos como el de mi estimado Leonardo Rapali, cuyo abuelo es italiano).

Por todo esto, llevando el caso a la actualidad, sólo una mínima parte de los jugadores argentinos que emigran al fútbol europeo, tendría una legítima ciudadanía y pasaporte europeo, con el cual pueden jugar libremente sin ocupar plaza de extranjeros. El otro punto fundamental y también conflictivo en esta situación, es justamente ese, ya que las ligas europeas fijan un margen pequeño de jugadores extranjeros que los clubes pueden tener en sus plantillas. En concreto, en Italia y España sólo se permiten 4 jugadores extranjeros por equipo, y en el caso de Inglaterra es de sólo 3; en el resto de las ligas, la cifra oscila esas cantidades y en ninguno de los casos, superan la cantidad de 5 jugadores extranjeros. Es por este hecho, que el arquero de River, Juan Pablo Carrizo, que fue fichado el año pasado por la Lazio, no pudo sumarse a su plantilla, por no contar en ese momento con la ciudadanía europea(hubieron problemas de documentación), y porque casualmente, el club italiano ya tenía cubiertas las 4 plazas de extranjeros disponibles.

Debido a estos casos, se hace evidente que la gran mayoría de los jugadores argentinos que emigraron a clubes europeos en los últimos tiempos, lo hicieron con documentación falsa, o al menos de dudosa procedencia, en el trámite para la obtención de la ciudadanía europea. Personalmente, no creo que la causa tenga un final debidamente sincero y justo. De ser así, y probarse la falta de autenticidad de los pasaportes europeos obtenidos por la mayoría de los jugadores, se pondría en jaque un negocio millonario, por el cual los clubes argentinos y europeos mueven cifras de 6 o 7 dígitos, en dólares o euros, cada vez que se abre el libro de pases, al finalizar un campeonato. Seguramente, y como es habitual en la justicia argentina, "algo" aparecerá (llamese falta de pruebas, evidencias, falta de mérito,etc y todas esas artimañas legales) para que nada suceda, y esto siga ocurriendo de manera incontrolable. Sería impensado que se terminara este negocio, tan fructífero para tantos clubes(algunos por necesidad).

De mi punto de vista, la recurrencia de la Ley Bosman por parte de los clubes, para que jugadores argentinos emigren al fútbol europeo, de manera desenfrenada, me parece una extorsión y un abuso de los clubes europeos, hacia el fútbol argentino. Y digo argentino, porque si nos vamos al caso de Brasil(gran generador de futbolistas de alta categoría), país conformado en un 98% o 99% por población nativa, y sin ningún vínculo de descendencia europea (recordemos que es un país compuesto en su mayoría por descendientes de esclavos africanos, traídos en siglos anteriores de las colonias portuguesas en África), esta ley antes mencionada es inaplicable. Es decir, cada jugador brasileño que emigra al fútbol europeo, ocupa irremediablemente una plaza de extranjero, al menos, hasta que luego de unos años de residencia, pueda obtener su ciudadanía. Entonces, esto hace que clubes europeos se aprovechen de la situación de descendencia europea de los futbolistas argentinos, y los presionen para obtener la ciudadanía, a fin de que no "ocupen" plazas de extranjero, así pueden fichar más jugadores brasileños,o de otros países en igual situación, como extranjeros. Así encontramos clubes como el Catania o el Inter, que cuentan con 8 argentinos en sus plantillas, y sólo algunos brasileños.

Aquí está la lista que se dio a conocer de jugadores que estarían involucrados en el supuesto caso de falsificación de documentos.Lista (enlace). Ojalá este caso se resolviera para bien, y enseñara a los clubes europeos a no creer que los futbolistas argentinos están a piacere de sus intereses, y que al mismo tiempo se revalorizara el campeonato argentino, al no poder emigrar muchas de sus estrellas.